La miel de abejas surge del néctar que las abejas liban de las flores y de su posterior maduración en los panales. El néctar es una fuente de energía rápidamente disponible para el organismo, ya que contiene casi exclusivamente azúcares sencillos, los cuales difieren tremendamente de los azúcares compuestos (azúcar tradicional), la sola diferencia de que en el organismo los azúcares simples sean inmediatamente asimilados, contrario a los disacáridos o azúcares compuestos hechos por el hombre que tardan hasta 4 horas en hacer digestión, son un primero pero muy notorio dato de su gran diferencia, pero la generosidad nutritiva de la miel no está limitada a su contenido de azúcares simples, ya que también contiene vitaminas, sales minerales, enzimas, aminoácidos, así como componentes
más complejos como son los ácidos orgánicos o bien las sustancias aromáticas.

La composición de la miel de abejas es muy compleja y hasta ahora estamos todavía lejos de conocer la totalidad de todos sus componentes, en ella podemos presenciar entre otros, varios factores antibióticos naturales, todavía poco conocidos y agrupados bajo el nombre genérico de inhibinas.

Desde el antiguo Egipto datan numerosos escritos acerca de las propiedades curativas y nutritivas de la miel de abejas, entre ellos podemos destacar a los escritos de los filósofos griegos Democrito, Zenón y Pitagoras que atribuían su salud y avanzada edad al consumo periódico de miel o bebidas con miel, los hindúes hablaban de que se podría lograr una larga vida gracias al consumo de leche y miel. Hipocrates, patriarca de la medicina occidental y el más celebre medico de la antigüedad, recomendaba la miel de abejas para un gran número de enfermedades. El celebre filósofo y médico persa Avicenna alaba también las virtudes cicatrizantes de la miel. Fue entonces hasta el siglo XIX y el advenimiento de nuestra cultura moderna que la miel fue reemplazada por otros compuestos.

Hoy en día después de pasar bajo la exigente lupa científica, y de ver como algunos compuestos químicos no resultan tan saludables como se creía, la miel de abejas pone de manifiesto una multitud de ventajas nutricionales y energéticas, además de destacar propiedades tan importantes como son:

  • Su acción dinamizante.
  • Una ligera acción aperitiva.
  • Sus virtudes antioxidantes (beta-carotenos, polifenoles, BHA…)
  • Además, ella facilita la asimilación de otros alimentos y potencializa sus propiedades, especialmente por la presencia de enzimas como amilasa.
  • Ejerce una acción positiva en el crecimiento estaturo-ponderal del niño de baja edad.
  • Mejora la asimilación del calcio y del magnesio en los huesos.
  • Ciertas de sus muy interesantes propiedades son utilizadas con fines antianémicos (presencia de hierro, vitamina B6 y B9).
  • Su función antiséptica y antitóxica.
  • Su beneficio digestivo (la miel disminuye la acidez gástrica en los enfermos de ulcera).
  • Pectorales (¿Quién no ha empleado la miel alguna vez para calmar una tos rebelde?)
  • Emolientes.
  • Febrífugos.
  • Laxativos.
  • Cardio protectores (la vitamina B6 y B9 preservan la fluidez sanguínea).
  • Hepatoprotectores.
  • Sedativos.
  • Cicatrizantes (en aplicación espesa la miel acelera la regeneración de los tejidos).

Incluso si algunas propiedades de la miel quedaran inexplicables científicamente y si hubiera que insistir en el hecho de que ella no es una panacea, y de que hay numerosas alternativas para dolencias  especificas, unas mejores que otras, aun la miel posee propiedades terapéuticas comprobadas, brillando entre ellas su completa inocuidad para con los seres humanos, lo que la hace sin duda alguna un alimento privilegiado.

 

En nuestra tienda tenemos miel de abeja en dos presentaciones (300gr y 500gr)

https://organic-store.co/producto/miel-de-abeja-vidrio/

Apoyado en los textos de la organización mundial de apicultores, www.apimondia.org