El origen de esta bebida que ya conquistó el mundo es incierto, aunque no cabe duda que nació en Asia hace cientos de años.

Cuenta la leyenda que un rey –no se sabe si indio o tailandés- creó el “masala chai” como una bebida con propósitos de limpieza de cuerpo y espíritu. En estos tiempos, el masala chai solo era una mezcla de especias servida caliente o fría, sin hojas de té.

En 1835 los británicos comenzaron a cultivar té en Assam, India, por lo que las hojas de té negro empezaron a incorporarse a las recetas de masala chai de la región, además de la leche y el azúcar.

En India es una bebida tan común que en las calles y trenes hay vendedores conocidos “chai wallah”. En algunas zonas de este país la gente toma, en promedio, unas cuatro tacitas de té chai al día y es habitual beberlas alrededor de las 4 de la tarde.

Entre otros beneficios del té chai tenemos su poder antiinflamatorio y analgésico, ideal para personas que sufren de artritis. También previene las enfermedades cardiovasculares debido a sus propiedades antioxidantes, ayudando a la reducción de la presión arterial y del colesterol.

Fuente: Vix.com, animal Gourmet

INGREDIENTES:

Para 4 unidades
    • 1/2 cucharadita de Pimienta molida
    • 1 cucharadita de Clavo de Olor molido
    • 2 cucharadita de Cardamomo molido
    • 2 Anís estrellados
    • 2 cucharada de Canela molida
    • 1 cucharada de Jengibre
    • 6 bolsitas Té negro 
    • 1 litro de Agua
    • Leche, pueden ser vegetales (ver recetas de leches vegetales)

PREPARACIÓN

Colocamos todas las especias a fuego medio en 1/2 litro de agua, durante dos o tres minutos en una cacerola amplia. Con ello conseguimos potenciar el sabor y el aroma de las mismas.

Agregamos el resto del agua y el jengibre y llevamos a ebullición. Cuando arranque el hervor introducimos las bolsitas de té negro, bajamos el fuego al mínimo (o apagamos) y dejamos infusionar durante diez minutos con la cacerola tapada.

Transcurrido este tiempo colamos el té y podemos colar los residuos de las especias o las enteras.

Repartimos el té en cuatro tazas, llenando solo 3/4 partes de su capacidad, y completamos con un poco de leche.

Servimos inmediatamente y Listo para disfrutar.

¡Vive libre, vive saludable!

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